21 de noviembre de 2014

Mondongth, capítulo I.


Nota del autor: El texto que está a continuación lo escribí basado en una serie de canciones, las cuales dejo para que les den un vistazo. Son muy buenas.
I. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-i-resurrecci-n
II. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-ii-creatura
III. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-iii-el-mensaje
IV. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-iv-extinci-n



Después de más de mil años desde su última aparición ante la especie de los humanos, Mondongth despertó del que sería su sueño eterno. Algo que ni él ni ninguno de los descendientes de los que lo ayudaron a regresar a su dimensión podrían explicar. Uno porque sabía menos o casi nada de porque sentía el llamado nuevamente y los otros ya que al pasar de los años, los conocimientos que pasaron (o debían) pasar de generación en generación se perdieron y quedaron en el olvido y en un viejo libro que ya estaba tan desgatado y amarillo que el más mínimo maltrato sería suficiente para hacer que se perdiera por siempre.
Si había algo que se sabía del guardián dimensional, Mondongth, es que sólo despertaba cuando se avecinaban tiempos de destrucción a la humanidad. Lo hizo hace más de 1000 años, cuando el mundo estaba sumido en la guerra de cruzadas y aunque su sueño fue interrumpido en el siglo XX no fue lo suficientemente problemático como para que tuviera que intervenir, sin embargo, esta vez era algo diferente ya que el haber hecho que su pulso se acelerara de manera tan intensa y que incluso llegara a sentir nervios y temor, lo hizo pensar que debería regresar a buscar a los únicos que sabrían detenerlo una vez se liberara ante el mundo. Pero el problema es que los humanos no viven mucho tiempo, son frágiles y pequeños y sabiendo que a más de un milenio, los protectores del guardián ya no estarían vivos, por lo que antes de intervenir por cuenta propia o antes de que las circunstancias fueran tales que lo obligaran a hacerlo, debería encontrarlos para que se encargaran del resto.
El lugar de la eterna morada del Guardián era una dimensión paralela a la nuestra pero conectada por un puente que hace posible se comuniquen. Aquí se encuentran todas las almas toda forma de vida que muere en la galaxia y sus alrededores y él, se encarga de regirlas y cuidar la paz entre ellas. Es uno de los 5 guardianes que hay y puede adoptar toda forma que quiera, sin embargo, su forma real nadie la conoce pues siempre se presenta transformado en lo que la situación lo requiera, algo que ciertamente, le ha ayudado bastante durante sus intervenciones tanto en la tierra como en Huxlit, un pequeño planeta a más de 100 años luz de la tierra el cual es un planeta hermano pues sus habitantes también pueden ser considerados humanos con la excepción de que ellos si saben poner paz y guiar su planeta de manera coherente pero que cuando entra en conflicto son tan grandes que si él no hiciera algo dejaría de existir. Para la gente de ese lugar él es considerado un Dios, pues ha bajado y ha ayudado. Obviamente hay personas que no creen en él ni en las doctrinas realizadas en su nombre, pero algo que nadie puede negar es que existe y aunque en la tierra solo diez personas saben (y hasta eso, dudan) de su existencia, es tan real como el aire, el agua, el fuego y la vida misma.
En la ciudad de México hay bastante historia, desde prehispánica hasta modernista sin embargo lo que más destaca de esta ciudad y del país en general, son sus excepcionales pirámides que han sobrevivido al pasar de los años y que la única vez que cayeron fue cuando los europeos llegaron. Debajo de estas pirámides hay túneles, muchos de ellos sin descubrir aun y eso que la tecnología es tan avanzada que ya deberían de. Uno de estos pasadizos está bajo la pirámide del Sol en Teotihuacán, una zona arqueológica orgullo de la nación. Está tan bien oculto que ni destruyendo todo podrían encontrarlo y es que, fue construido mucho antes que la pirámide y protegido el mismo día que ésta acabó. Protegido por una magia antigua y poderosa que solo un descendiente directo del o de los hechiceros que la conjuraron podría desactivar. Y este lugar es tan importante para todo el mundo aunque no se sepa de su existencia porque aquí reside el Libro Sagrado de Mondongth, un antiguo manuscrito que tiene el conocimiento necesario para atraer, liberar, controlar y regresar al guardián a su lugar. Es también un puente entre el mundo de los vivos y de los muertos, uno entre América y África, algo ciertamente sorprendente pues bajo la pirámide de Keops se encuentra el otro extremo y el final (o comienzo). Sin embargo, los descendientes de estos hechiceros que sellaron el puente se vieron por última vez en al año 1100 y hoy en día no se sabe si sigan vivos todos aunque existe una vieja leyenda que ha pasado a mito que dice «Cuando las estrellas caigan a la tierra y el cielo se pinte rojo, un gran estruendo se oirá, y de entre las llamas del monte de fuego saldrá el eterno guardián que con su sabiduría y poder, pondrá fin a las contiendas entre hombres, entregándoles el eterno regalo que los mantendrá en eterna paz y les dará la sabiduría excepcional para evitar que tenga que ser llamado una vez más.» y aunque escrita está en una pared de la pirámide del Sol y otra en la de Keops, muy pocas personas han notado la referencia pues fueron escritas en los jeroglíficos de cada civilización, sin embargo, todo el mundo ha de notar que muy pronto se hará realidad pues si algo pasará, será el regreso del guardián.
Muchos han de pensar que Ciudad de México, El Cairo, Paris, Londres, Tokio, Beijín, Madrid, Berlín, Moscú y Roma, el único parecido que tienen es que son capitales de 10 de los países que conforman el G-20 y a su vez los países que se encuentran en tratados para crear un imperio bajo la misma bandera gobernado supremamente por uno solo, sin embargo, como es común de los hombres, solo ansían poder y por más lealtad que se juren siempre tendrán una discordia entre ellos que los haga pelear, en este caso, la bandera bajo la que se unirán, pero el parentesco que tienen es que en cada uno de estas ciudades viven personas con descendencia milenaria cuya sangre es la respuesta a lo que está por venir. Son hijos de antiguos monjes, todos y cada uno de ellos hermanos, que trabajaron con Mondongth la primera vez para dar fin a los problemas del humano y que después de actuar dividieron su conocimiento en 10 para que jamás fuera juntado y evitar un uso desfavorable. Y aunque el texto original reside en México, en todos esos lugares hay un pedazo de conocimiento que ha pasado de generación en generación junto a la leyenda que les ha de decir donde juntarse una vez más y cuando deben hacerlo. Ciertamente, muchos de ellos no creen que pueda pasar pero al ser objetos tan antiguos y valiosos los han conservado sin contar que han crecido escuchando las historias que sus padres, abuelos e incluso bisabuelo les contaron; aquella lejana época llena de caballos y jinetes, donde la espada era ley y el escudo el amparo, un hombre surgió y ayudo a detener al jinete de la guerra, el mismo que con su espada y poder detuvo los problemas por el momento, donde 10 sabios ayudaron a hacerlo regresar a custodiar las almas.
No había nada que lo probara, al contario, sabían que al terminar esa cruzada hubo paz fingida y terminó por llegar una guerra de nuevo. Pero algo les decía que durante estos días deberían estar atentos a la leyenda que se contaba pues todos, sin excepción podían sentir el llamado de la sangre.
El día 10 de septiembre de 2105 los presidentes de 10 países del G-20 (Los antes mencionados) se reunieron en ciudad de México para firmar el tratado que uniría bajo la bandera a todas las naciones que pasaban a ser reinos y finalmente, un imperio. Todo fue firmado y celebrado de manera mundial, pues esto era un gran avance ante todos los esfuerzos de paz. La bandera elegida era un águila real devorando una serpiente al vuelo dentro de una corona sobre un escudo de plata con la cruz de borgoña de fondo coloreada por rojo rodeada de espadas punta a punta con empuñadura de cada país que representaba la unión. El desfile militar con el ondeo de la bandera sería en la madrugada del 11 de septiembre pues una lluvia de estrellas sería el bautizo del nievo imperio que nacía y que según dijeron, les daría la sabiduría para seleccionar al Rey que se sentaría en el trono supremo para regir a todos, con sabiduría y bondad, lealtad y dicha. Y así se hizo; por Paseo de la Reforma desfilaron los ejércitos de cada país que al llegar a su estación bajaban la vieja bandera con tanto honor que era la transición más leal que se pudo hacer, para ondear y poner la nueva y esperada bandera. En edificios se puso también y aviones pasaron pintando el cielo de rojo y al filo de la media noche las luces de la ciudad se apagaron para dar paso a la lluvia de estrellas más imponente antes vista; hasta 200 objetos en diez minutos iluminaron el cielo al compás de la luz roja artificial hecha para la celebración. Durante esa noche, la fiesta en los diez países fue la más grande jamás antes vista.
La mañana y tarde del día 11 de septiembre de 2105 llegó la noticia de que la lluvia de meteoritos que había caído tuvo repercusiones, pues varios impactaron en Estados Unidos destruyendo ciudades y dejando daños incalculables. Argentina y Chile también sintieron esto pero en vez de un shock global, muchos tuvieron el sentimiento de que era algo divino, pues estas naciones se negaron a entrar en el Imperio Del Eterno Sol. Y aunque si bien, aun no se decidía quien iba a ser el Emperador de Emperadores, una hostilidad ya había surgido entre Francia e Inglaterra que se disputaban el trono entre ellos, algo que tendría un efecto dominó en el recién fundado imperio. Y todo fue para mal, pues una guerra inició donde los países se unieron contra otros del imperio. México-Inglaterra-Japón-China-Rusia se unió contra España-Francia-Alemania-Egipto-Italia, los cuales dentro tenían conspiraciones contra sus mismos equipos. Una guerra tan desproporcional fue algo que ciertamente asustó a gran parte del mundo y que hizo que se tuvieran que crear puentes comerciales para poder mandar mercancías a estos Estados.
Durante estos días 10 personas sintieron la necesidad de viajar a la ciudad de México, dónde las hostilidades eran ciertamente grandes. Algo extraño fue que todos coincidieron con el día de llegada y algo aún más extraño fue que todos arribaron con intervalos de 30 minutos. Todos al llegar se hospedaron el mismo hotel, uno en cada piso diferente. Y en el momento de encontrarse lo único que atinaron a decir fue «Espero que trajeran su parte del texto» algo que era imposible de saber que los demás supieran pues hasta ese momento ni siquiera se habían puesto en contacto por teléfono.

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