9 de diciembre de 2014

Mondongth. Capítulo II

El día 2 de octubre de 2105 una noticia se hizo mundial en solo unos minutos: El volcán conocido como Volcán de Colima, ubicado en Jalisco, México, hizo erupción de una manera tan violenta que destruyó a los 5 municipios aledaños a él (Cómala, Cuauhtémoc, Tuxpan, Zapotitlan y Tonila) y causando un terremoto tan devastador cuyos efectos se sintieron hasta la ciudad de México y dañando seriamente la ciudad de Guadalajara, capital del estado de Jalisco. Sin embargo, esto no fue ni por mucho la noticia más relevante. Según testigos, al momento de que la erupción estaba en su punto más violento, del cráter del volcán salió un ser con forma de humano pero que ciertamente no lo era, pues sus extremidades eran lo que parecía un conjunto de animales lo que hizo que muchos entraran en pánico. Las autoridades de México negaron dicho avistamiento y declararon zona de emergencia todo el occidente del país hasta poder controlar la situación que se les salió de las manos pidiendo ayuda incluso a China, Rusia y Japón, que si bien, se la brindaron, solo fue para poder establecer debilidades dentro de las fuerzas armadas mexicanas y poder atacar cuando les fuera más conveniente.
Durante los meses siguientes no se habló de nada más en el mundo que de la situación crítica de México que había paralizado el turismo y por lo tanto, el país comenzaba a perder bastante dinero. Sin embargo, esta noticia fue desplazada el día 2 de enero de 2106, pues se dio a conocer un par de vídeos donde se mostraba la criatura antes mencionada durante la erupción. Tenía cuerpo de humano pero su cabeza era de águila (siempre guardando facciones humanas), torso de felino, patas de caballo. Su cuerpo manchado como jaguar siendo protegido por escamas y con un par de alas enormes iguales a las de un dragón, tan rojas como la sangre. Se pensó que era un montaje sin embargo alrededor del mundo se empezaron a dar casos donde esta criatura aparecía, dándole más fama de la necesaria. No había atacado a nadie, pero la gente la consideró peligrosa por su pura apariencia entrando en dilemas y conflictos morales de si debía ser cazada o no, ya que según el testimonio de más de un cazador que le disparó, sus escamas le impedían ser herido ni por el rifle de francotirador de mayor calibre. Aunque muchos le siguieron, nadie pudo nunca seguirle hasta donde llegaba a reposar lo cual para muchos era un misterio y lo sería por bastante tiempo.
El 15 de enero, una noticia desplazó en importancia mundial a las dos anteriores de las que ya tanto se había hablado; los países del recién formado imperio se declararon guerra mutuamente para decidir quién sería el Emperador de emperadores. Esto sacudió a todo el mundo ya que solo demostraba que nunca estuvieron listos para tal decisión y probaba una vez más que lo único que buscan los hombres es el poder. Se dividieron en dos grupos de 10 cada uno los cuales se fueron fracturando también hasta pequeñas células de poder para luchar dicha batalla. Si bien, se acordó que no habría armas nucleares ni de energía negativa, muchos votaron porque no se usaran armas de fuego más que un puñado de estrictas armas reglamentarias que no tuvieran precisión exacta después de los 50 metros. Si bien, se empezó un reglamento que fue bien votado por todos que se llamó Código de honor, ética y valores durante Guerra De Imperios. En este documento se habló de cómo deberían ser peleadas las batallas, que trato recibirían los prisioneros de guerra y cuáles eran las armas de fuego permitidas. Se indicó que solo se permitiría una pistola no mayor a un calibre .9mm con un cargador. El uso de morteros sería permitido al igual que el de lanzacohetes limitando a solo 10 municiones por escuadrón, pelotón o división que los llevaran. También se indicó que al ser intereses meramente de poder por parte del emperador, ellos estaban obligados a ir frente al ejército principal y a participar en batallas junto a los generales, tenientes, comandantes, capitanes y todo hombre con o sin rango jerárquico. Estas contiendas serían peleadas cuerpo a cuerpo permitiendo todo tipo de arma. Se indicó que a un prisionero no le podría negar la comida, descanso y agua. Que deberían tratar dignamente al enemigo derrotado y que siempre mantendrían una actitud de valor y caballerosidad ante el enemigo derrotado. Si bien, fue aceptado, muchos consideraron que solo querían obligarles a humillarse en la guerra y que no había motivo real para que tuvieran que guardar la tecnología militar y bélica desarrollada a lo largo del tiempo. 


Un grupo de 20 personas se avistaron en la noche del 16 de enero en la zona arqueológica de Teotihuacán haciendo algo parecido a un acto religioso o de culto, pues estaban puestos en círculo, con libros en la mano y velas alrededor de ellos. Muchas personas llamadas por la curiosidad avistaban tal evento el cual poco a poco fue aumentando de intensidad hasta que uno por uno dejó su libro en el centro del círculo sobre uno ya puesto ahí. Al ser colocado el último, cuando la persona regresó a su lugar, las llamas de las velas se elevaron a un par de metros, siendo lenguas de fuego tan grandes que iluminaron todo, pero no murieron como suele suceder. Se unieron punta con punta haciendo una llama gigantesca, la cual creció tanto hasta que alcanzó los 10 metros de altura. Tan grande y desproporcional que la gente que la creó empezó a temer que pudiera salirse de control, pero en vez de eso, la llama cayó en picada al suelo, al libro el cual no se quemó, solo rebotó la llama convertida ahora en una bola de fuego hacía el cielo donde explotó dejando una nube de luz tan grande que encandiló a todos por un momento, y al recuperar la visión vieron bajar como una especie de dios a la criatura que había sido avistada anteriormente.
—Ustedes me han llamado, me han despertado una vez más, ¿para qué?—Preguntó Mondongoth con su voz que hacía estremecer la piel y las rocas pero dormía a los bebés y calmaba los vientos del mayor huracán.
—Hemos venido.
—A pedirte
—Ayuda, oh Señor Mondongoth
—Nuestra especie
—Se encuentra amenazada una vez más
—Y solo usted
—Poderoso guardián
—Puede ayudarnos a tener esta catástrofe.
—Os lo pedimos como un favor
—De hijos a padre
—Y de súbditos a sumo monarca
—Monarca real de esta tierra descuidada
—De este planeta sin dueño
—A quien pertenece nuestra vida y existencia
—Al magnífico Mondongoth
—Guardián de ciudades, países, planetas y galaxias.
—Os lo pedimos e imploramos
—Ayudarnos con esto
—Y damos nuestra palabra de que te volveremos a dormir
—Sin abusar del poder, aun si no quieres hacerlo.
— ¡Así será gran Señor, os lo juramos! —Dijo uno tras otro hasta terminar todos juntos. Mondongoth se quedó con los ojos abiertos un momento hasta que las palabras volvieron a brotar de entre sus labios.
— ¿Quieren que los ayude? ¿Para qué? Es exactamente con lo que ayudé a sus abuelos hace ya tantos años de ustedes y apenas un pestañeo para mí. Los humanos son de lo más simpático, tropiezan y tropiezan donde mismo haciendo sentir culpable al lugar y no a la persona.
—Señor Mondongoth, debe entender; si no nos ayuda la tierra y su gente será acabada. Lo peor es que esta vez ya no son por cuestiones religiosas si no de política y poder militar.
—Eso lo sé, pequeño humano, sin embargo lo que no entiendo es que harán una vez que los ayude. ¿Dormirme para despertarme un milenio después suplicando ayuda nuevamente? La vida es un ciclo, pero eso no significa que ustedes no puedan cambiarlo.
—Le prometemos mantener el orden tanto como nos sea posible una vez que usted regrese a su sueño solo ayúdenos a mantener la paz y el equilibrio, que nuestra especie no derrame sangre innecesariamente.
—Los ayudaré, es mi deber, sin embargo ustedes deben cumplir a su palabra y dejarme dormir nuevamente, ser fieles y no querer controlarme una vez acabe esto.
—Tiene nuestra palabra, señor. —Dijeron todos y Mondongoth los vio con un gesto neutral y extendió las alas para emprender el vuelo, subiendo tan alto y rápido que rápidamente se perdió de vista. La gente se quedó ahí, sin saber qué hacer. Días oscuros se avecinaban, y ellos, y todos, lo sabían.
 

21 de noviembre de 2014

Mondongth, capítulo I.


Nota del autor: El texto que está a continuación lo escribí basado en una serie de canciones, las cuales dejo para que les den un vistazo. Son muy buenas.
I. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-i-resurrecci-n
II. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-ii-creatura
III. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-iii-el-mensaje
IV. https://soundcloud.com/elfindelostiempos/mondongo-tukk-iv-extinci-n



Después de más de mil años desde su última aparición ante la especie de los humanos, Mondongth despertó del que sería su sueño eterno. Algo que ni él ni ninguno de los descendientes de los que lo ayudaron a regresar a su dimensión podrían explicar. Uno porque sabía menos o casi nada de porque sentía el llamado nuevamente y los otros ya que al pasar de los años, los conocimientos que pasaron (o debían) pasar de generación en generación se perdieron y quedaron en el olvido y en un viejo libro que ya estaba tan desgatado y amarillo que el más mínimo maltrato sería suficiente para hacer que se perdiera por siempre.
Si había algo que se sabía del guardián dimensional, Mondongth, es que sólo despertaba cuando se avecinaban tiempos de destrucción a la humanidad. Lo hizo hace más de 1000 años, cuando el mundo estaba sumido en la guerra de cruzadas y aunque su sueño fue interrumpido en el siglo XX no fue lo suficientemente problemático como para que tuviera que intervenir, sin embargo, esta vez era algo diferente ya que el haber hecho que su pulso se acelerara de manera tan intensa y que incluso llegara a sentir nervios y temor, lo hizo pensar que debería regresar a buscar a los únicos que sabrían detenerlo una vez se liberara ante el mundo. Pero el problema es que los humanos no viven mucho tiempo, son frágiles y pequeños y sabiendo que a más de un milenio, los protectores del guardián ya no estarían vivos, por lo que antes de intervenir por cuenta propia o antes de que las circunstancias fueran tales que lo obligaran a hacerlo, debería encontrarlos para que se encargaran del resto.
El lugar de la eterna morada del Guardián era una dimensión paralela a la nuestra pero conectada por un puente que hace posible se comuniquen. Aquí se encuentran todas las almas toda forma de vida que muere en la galaxia y sus alrededores y él, se encarga de regirlas y cuidar la paz entre ellas. Es uno de los 5 guardianes que hay y puede adoptar toda forma que quiera, sin embargo, su forma real nadie la conoce pues siempre se presenta transformado en lo que la situación lo requiera, algo que ciertamente, le ha ayudado bastante durante sus intervenciones tanto en la tierra como en Huxlit, un pequeño planeta a más de 100 años luz de la tierra el cual es un planeta hermano pues sus habitantes también pueden ser considerados humanos con la excepción de que ellos si saben poner paz y guiar su planeta de manera coherente pero que cuando entra en conflicto son tan grandes que si él no hiciera algo dejaría de existir. Para la gente de ese lugar él es considerado un Dios, pues ha bajado y ha ayudado. Obviamente hay personas que no creen en él ni en las doctrinas realizadas en su nombre, pero algo que nadie puede negar es que existe y aunque en la tierra solo diez personas saben (y hasta eso, dudan) de su existencia, es tan real como el aire, el agua, el fuego y la vida misma.
En la ciudad de México hay bastante historia, desde prehispánica hasta modernista sin embargo lo que más destaca de esta ciudad y del país en general, son sus excepcionales pirámides que han sobrevivido al pasar de los años y que la única vez que cayeron fue cuando los europeos llegaron. Debajo de estas pirámides hay túneles, muchos de ellos sin descubrir aun y eso que la tecnología es tan avanzada que ya deberían de. Uno de estos pasadizos está bajo la pirámide del Sol en Teotihuacán, una zona arqueológica orgullo de la nación. Está tan bien oculto que ni destruyendo todo podrían encontrarlo y es que, fue construido mucho antes que la pirámide y protegido el mismo día que ésta acabó. Protegido por una magia antigua y poderosa que solo un descendiente directo del o de los hechiceros que la conjuraron podría desactivar. Y este lugar es tan importante para todo el mundo aunque no se sepa de su existencia porque aquí reside el Libro Sagrado de Mondongth, un antiguo manuscrito que tiene el conocimiento necesario para atraer, liberar, controlar y regresar al guardián a su lugar. Es también un puente entre el mundo de los vivos y de los muertos, uno entre América y África, algo ciertamente sorprendente pues bajo la pirámide de Keops se encuentra el otro extremo y el final (o comienzo). Sin embargo, los descendientes de estos hechiceros que sellaron el puente se vieron por última vez en al año 1100 y hoy en día no se sabe si sigan vivos todos aunque existe una vieja leyenda que ha pasado a mito que dice «Cuando las estrellas caigan a la tierra y el cielo se pinte rojo, un gran estruendo se oirá, y de entre las llamas del monte de fuego saldrá el eterno guardián que con su sabiduría y poder, pondrá fin a las contiendas entre hombres, entregándoles el eterno regalo que los mantendrá en eterna paz y les dará la sabiduría excepcional para evitar que tenga que ser llamado una vez más.» y aunque escrita está en una pared de la pirámide del Sol y otra en la de Keops, muy pocas personas han notado la referencia pues fueron escritas en los jeroglíficos de cada civilización, sin embargo, todo el mundo ha de notar que muy pronto se hará realidad pues si algo pasará, será el regreso del guardián.
Muchos han de pensar que Ciudad de México, El Cairo, Paris, Londres, Tokio, Beijín, Madrid, Berlín, Moscú y Roma, el único parecido que tienen es que son capitales de 10 de los países que conforman el G-20 y a su vez los países que se encuentran en tratados para crear un imperio bajo la misma bandera gobernado supremamente por uno solo, sin embargo, como es común de los hombres, solo ansían poder y por más lealtad que se juren siempre tendrán una discordia entre ellos que los haga pelear, en este caso, la bandera bajo la que se unirán, pero el parentesco que tienen es que en cada uno de estas ciudades viven personas con descendencia milenaria cuya sangre es la respuesta a lo que está por venir. Son hijos de antiguos monjes, todos y cada uno de ellos hermanos, que trabajaron con Mondongth la primera vez para dar fin a los problemas del humano y que después de actuar dividieron su conocimiento en 10 para que jamás fuera juntado y evitar un uso desfavorable. Y aunque el texto original reside en México, en todos esos lugares hay un pedazo de conocimiento que ha pasado de generación en generación junto a la leyenda que les ha de decir donde juntarse una vez más y cuando deben hacerlo. Ciertamente, muchos de ellos no creen que pueda pasar pero al ser objetos tan antiguos y valiosos los han conservado sin contar que han crecido escuchando las historias que sus padres, abuelos e incluso bisabuelo les contaron; aquella lejana época llena de caballos y jinetes, donde la espada era ley y el escudo el amparo, un hombre surgió y ayudo a detener al jinete de la guerra, el mismo que con su espada y poder detuvo los problemas por el momento, donde 10 sabios ayudaron a hacerlo regresar a custodiar las almas.
No había nada que lo probara, al contario, sabían que al terminar esa cruzada hubo paz fingida y terminó por llegar una guerra de nuevo. Pero algo les decía que durante estos días deberían estar atentos a la leyenda que se contaba pues todos, sin excepción podían sentir el llamado de la sangre.
El día 10 de septiembre de 2105 los presidentes de 10 países del G-20 (Los antes mencionados) se reunieron en ciudad de México para firmar el tratado que uniría bajo la bandera a todas las naciones que pasaban a ser reinos y finalmente, un imperio. Todo fue firmado y celebrado de manera mundial, pues esto era un gran avance ante todos los esfuerzos de paz. La bandera elegida era un águila real devorando una serpiente al vuelo dentro de una corona sobre un escudo de plata con la cruz de borgoña de fondo coloreada por rojo rodeada de espadas punta a punta con empuñadura de cada país que representaba la unión. El desfile militar con el ondeo de la bandera sería en la madrugada del 11 de septiembre pues una lluvia de estrellas sería el bautizo del nievo imperio que nacía y que según dijeron, les daría la sabiduría para seleccionar al Rey que se sentaría en el trono supremo para regir a todos, con sabiduría y bondad, lealtad y dicha. Y así se hizo; por Paseo de la Reforma desfilaron los ejércitos de cada país que al llegar a su estación bajaban la vieja bandera con tanto honor que era la transición más leal que se pudo hacer, para ondear y poner la nueva y esperada bandera. En edificios se puso también y aviones pasaron pintando el cielo de rojo y al filo de la media noche las luces de la ciudad se apagaron para dar paso a la lluvia de estrellas más imponente antes vista; hasta 200 objetos en diez minutos iluminaron el cielo al compás de la luz roja artificial hecha para la celebración. Durante esa noche, la fiesta en los diez países fue la más grande jamás antes vista.
La mañana y tarde del día 11 de septiembre de 2105 llegó la noticia de que la lluvia de meteoritos que había caído tuvo repercusiones, pues varios impactaron en Estados Unidos destruyendo ciudades y dejando daños incalculables. Argentina y Chile también sintieron esto pero en vez de un shock global, muchos tuvieron el sentimiento de que era algo divino, pues estas naciones se negaron a entrar en el Imperio Del Eterno Sol. Y aunque si bien, aun no se decidía quien iba a ser el Emperador de Emperadores, una hostilidad ya había surgido entre Francia e Inglaterra que se disputaban el trono entre ellos, algo que tendría un efecto dominó en el recién fundado imperio. Y todo fue para mal, pues una guerra inició donde los países se unieron contra otros del imperio. México-Inglaterra-Japón-China-Rusia se unió contra España-Francia-Alemania-Egipto-Italia, los cuales dentro tenían conspiraciones contra sus mismos equipos. Una guerra tan desproporcional fue algo que ciertamente asustó a gran parte del mundo y que hizo que se tuvieran que crear puentes comerciales para poder mandar mercancías a estos Estados.
Durante estos días 10 personas sintieron la necesidad de viajar a la ciudad de México, dónde las hostilidades eran ciertamente grandes. Algo extraño fue que todos coincidieron con el día de llegada y algo aún más extraño fue que todos arribaron con intervalos de 30 minutos. Todos al llegar se hospedaron el mismo hotel, uno en cada piso diferente. Y en el momento de encontrarse lo único que atinaron a decir fue «Espero que trajeran su parte del texto» algo que era imposible de saber que los demás supieran pues hasta ese momento ni siquiera se habían puesto en contacto por teléfono.